viernes, 5 de noviembre de 2010

Unificación italiana




LA OBRA MUSICAL DE LA UNIFICACIÓN

VA, PENSIERO (VERDI, Nabucco)

Va, pensiero es el coro del tercer acto de Nabucco una ópero de Guissepe Verdi inspirada en el Salmo 137 Super flumina Babylonis. Calificada tantas veces como la «obra judía de Verdi», canta la historia del exilio hebreo en Babilonia tras la pérdida del Primer templo de Jerusalem. Este coro le dio fama a Verdi, ante el público italiano que rapidamente comprendió el paralelismo expresado por Verdi entre el pueblo judío y el Italiano. Pues por aquel entonces el norte de Italia se encontraba bajo dominio austriaco

Posteriormente se convirtió en un himno para patriotas italianos quienes identificándose con el pueblo hebreo, buscaban la unidad nacional y la soberanía. La canción, cuyo tema es el exilio y que expresa nostalgia por la tierra natal, así como la frase «Oh mia patria sì bella e perduta!» (en italiano, «¡Oh patria mía, tan bella y perdida!») resonaba en el corazón de muchos italianos.




En italiano
Va, pensiero, sull'ali dorate;
va, ti posa sui clivi, sui colli,
ove olezzano tepide e molli
l'aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate...
Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!
Arpa d'or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!
O simile di Solima ai fati
traggi un suono di crudo lamento,
o t'ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù.
che ne infonda al patire virtù
che ne infonda al patire virtù
al patire virtù!
Traducción
¡Ve pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el dulce aire de la tierra natal!
¡Saluda las orillas del Jordán
y las destruidas torres de Sión!
¡Oh, mi patria, tan bella y perdida!
¡Oh recuerdo tan caro y fatal!
Arpa de oro de fatídicos vates,
¿por qué cuelgas muda del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡Que hable del tiempo que fue!
Al igual que el destino de Sólima
Canta un aire de crudo lamento
que te inspire el Señor un aliento,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
al padecer, la virtud